viernes, 18 de septiembre de 2009

Belleza (III)



“La escena final de su derrumbamiento es bien conocida. El 5 de enero, en la Piazza Carlo Alberto de Turín, Nietzsche ve cómo un cochero castiga a su caballo —transido de piedad, se abraza al cuello del animal y se desploma llorando”

Miguel Morey


Oír el trote lento del caballo
Sobre tibias arenas, el mullido
Crujir del grano undoso bajo el casco.

Alborotar las crines en cascada
Sobre el pecho de sangre, el cuello enhiesto,
Émulo del tronar, blanco en su espuma,
la testuz imperiosa, la quijada.

Acariciar el belfo, hundir las manos
En el vaho poderoso del que llora
La desgracia del hombre y, con calientes
Lágrimas, su final.
Besar el cuello
Del dios domado en que cabalga el mundo.
Janto, Vicente Duque

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